martes, 23 de junio de 2015

ALL MY FRIENDS Music Festival - Crónica 20 de Junio.



Llegamos temprano a Rosarito para desayunar en la estancia, no es el mejor, pero sí el único que conocemos. Bajamos después por la misma calle para descubrir las joyas arquitectónicas de la ciudad, un bloque de casas de madera construidas al estilo Nueva Orleans. Ya se nos hizo tarde, todavía no llegamos al hotel y ya son las 3, el clima estaba a toda madre, el tiempo pasa rápido cuando no se siente la gota de sudor bajar por la espalda.

Ya en el festival. Amazonas de piernas largas y cabelleras alborotadas en la puerta, lentes de todas las gamas y formas, sombreros de fieltro que hacen juego con camisas floreadas; fauna urbana festivalera, hypsters-looks que por la noche perderán su esencia por los efectos de la cerveza y las drogas blandas.

Tras una breve espera por una confusión en los boletos entramos. De frente un muro con piezas de gráfica instalada, a la derecha un corredor gastronómico de olores desquiciados, a la izquierda los baños. Seguimos de frente, al escenario del jardín, donde Other Bodies hacía los suyo, en este punto la gente apenas ¨tripeaba¨ y todavía no se le encontraba el ¨mood¨ al festival.

En el escenario de la playa 424 prendió los oídos de algunos cuantos perdidos en el tiempo, ya que insisto, todavía no se le encontraba el ¨mood¨ al festival y unos cuantos desentonados ya andaban quemados en la hoguera; o les gustaba mucho la banda o ya le habían estado pegando desde tempra, muy su pex.

La tarde se gastó entre el ir y venir entre el escenario del jardín y el de la playa, y entre las paradas ocasionales en el spot de cocina central, en el epicentro del festival. -Esto es nomás pa´ ricos- gritó alguien mientras pasaba. Probablemente sí, pensé. Pero de todos modos esta chingona la propuesta.

Ya en el ocaso la música de Nite Jewel me quería volar la cabeza, sintetizadores potentes con dulce voz de mujer. Luego San Pedro el Cortéz con su -onda- desparpajada; los ambientes creados por FAX; la fuerza de King Tuff en el escenario de la playa, y ya entrada la noche los beats continuos y bailables de Shiro Schwarz nos hicieron, esta vez en serio, volar la cabeza. Para este punto los desorientados del inicio ya andaban en lo más vil de la condición humana, muy su pex.

Los ¨cabeza de cartel¨ decepcionantes. Entre los solos eternos de White Hills y el enojo de La Femme me decepcionó el cierre. No por que crea que son bandas malas, si no que simplemente creo que no fueron la elección más acertada para el cierre del día, ya que más que avivar el ánimo de la gente lo apagaron.

Fuera de eso fue una buena experiencia, plausible para todos los que están detrás del All My Friends, valiosa y necesaria.

www.allmyfriends.tv

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