Penetré por la calle del L´hospital, atravesé las tiendas de cuchillos de anuncios de filigranas, y un poco después, pasé frente a las puertas de la Massana, el antiguo hospital donde murió Gaudí. Continué caminando hasta que llegué a la rambla, donde al bajar, un gato gordo de patas meadas me hizo un gesto de salud mientras remojaba sus bigotes en una copa de absenta, me dije a mi mismo que, ya estaba un poco borracho.
El vestíbulo del edificio era húmedo y obscuro, las paredes estaban descascaradas, por un momento sentí miedo, pero seguí y subí la escalera. Una puerta con una luz dorada estaba abierta en el segundo descanso, entré. Identifiqué los muebles, los dibujos de las paredes, los muñecos de colección en las estanterías; yo ya estado aquí, pensé. Estuve aquí alguna vez mientras ojeaba alguna revista, mientras pensaba en lo especiales que son los estudios de los artistas, y aunque nunca me había parado en ese lugar sentí una empatía instantánea al entrar en él, ese era el hogar de un verdadero creador; su nombre Lluisot, el ilustrador viajero.
Conocí a Lluisot siendo estudiante en el EINA de Barcelona, aprendí de él, me dejó huella. Tuve la suerte de conocer su estudio, un increíble departamento en el corazón del Raval, nos invitó a -tertuliar- en él, en ese querido barrio el cual no se cansa de dibujar.
Estos son algunos de sus dibujos, sigo admirándolos, sigo aprendiendo de ellos. Verlos me hace recordar a los amigos, verlos me hace recordar a la ciudad de las nostalgias.
Sitio web de Lluisot: http://lluisot-ninotaire.blogspot.mx/
1 comentario:
Absinthe :)
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